Una bonita novela. Un niño que hace de doctor en el jardín de su casa. Sus pacientes tienen problemas complicados e inverosímiles que el doctor cura solamente escuchándolos. Mientras, él mismo se va convenciendo de que los problemas que él tiene no son nada comparado con los problemas de sus pacientes. Que papá y mamá no siempre tengan tiempo para él, no es tan grave. Al final, se trata de jugar poniéndole un poco de imaginación.